Una canaria convertida al islam es agredida por tercera vez en Santa Cruz

Una canaria convertida al islam fue objeto ayer de una nueva agresión en Santa Cruz. La joven lagunera de 30 años, que prefiere mantener su anonimato bajo el nombre ficticio de Zoraya, ha sufrido tres ataques desde el mes de mayo. Todas las agresiones, según su propio testimonio, parten de una menor, la madre y la abuela de la niña, así como una amiga de la familia de la menor citada. Zoraya tiene denunciados los hechos ante la Policía, aunque esto no parece impedir que las presuntas agresoras sigan acosándola.

El último episodio tuvo lugar ayer en un supermercado del barrio santacrucero en el que reside esta joven. Zoraya describió cómo al grito de ’¿Todavía no te has ido, mora de mierda?’, la abuela de la menor se lanzó sobre ella y le arañó toda la cara. "Pensé que tras las últimas denuncias, no me iba a pasar más", se lamentaba ayer Zoraya. Cabe recordar que esta mujer sufrió otra agresión en este mismo supermercado en el mes de mayo por parte de la madre de la adolescente y una fuerte paliza en mitad de la calle el pasado 24 de noviembre en la que participaron la menor, su madre, su abuela y una amiga de éstas.

Si bien Zoraya ha presentado las denuncias correspondientes, la fuerte avalancha de golpes que recibió en noviembre motivó que su abogado solicitase una orden de alejamiento para evitar que se produjesen nuevos enfrentamientos. De hecho, y según confirmó ayer Francisco Tray, esa orden de alejamiento contra la madre de la adolescente y la amiga fue dictada a finales del mes de diciembre. Tray afirmó en declaraciones a este periódico que tras los últimos sucesos pedirá "una nueva orden de alejamiento contra la abuela porque esto no puede seguir así". Zoraya, mientras tanto, espera a que se fije la fecha del juicio y mostró sus miedos a que vuelvan a pegarle. "No salía sola a la calle desde noviembre y cuando me he decidido me ha pasado esto".

El colectivo ’Queda la palabra’ reaccionó ante los hechos acaecidos y estimó que, al igual que las dos anteriores veces, el incidente tiene unas "claras connotaciones racistas y xenófobas". El miembro de la asociación Eloy Cuadra Pedrini consideró que "las distintas instituciones y los representantes políticos deben tomar cartas en el asunto y asumir la responsabilidad que les corresponde como representantes del pueblo". En ese sentido, "dada la gravedad de lo que sucede", insistió Cuadra Pedrini, "el tema del racismo no debe quedar únicamente en manos de un juez, resultando muy urgente que la clase política canaria atienda los casos de xenofobia y racismo que se vienen dando en nuestra tierra y se siente a trabajar en la firma conjunta de un pacto contra el racismo y la xenofobia en Canarias".

Xenofobia

Tanto la asociación como el abogado de Zoraya están convencidos de que los ataques tienen un fuerte componente xenófobo. La propia Zoraya contaba hace escasamente un mes y medio a este diario que el hecho de lucir su velo islámico o hiyat está detrás de las vejaciones que, según ella, lleva un tiempo sufriendo. La más preocupante sin duda fue la brutal agresión del pasado 24 de noviembre y que, según puede leerse en su parte médico, le causó "contusiones múltiples en todo el cuerpo, pérdida parcial de visión del ojo derecho, sangrado por el oído derecho, desviación de tabique nasal con fisura, hematomas en rodillas, glúteos y frente, pérdida de cabello, entre otras lesiones".

Algunas de las sospechosas de haber pegado a Zoraya negaron días después las acusaciones de racismo y esgrimieron que tanto Zoraya como personas cercanas a ella las habían amenazado con "ponernos una bomba". Al parecer, lo que para Zoraya fue una paliza, para ellas fue una pelea. En cualquier caso, el juez decidió el pasado 29 de diciembre dictar una orden de alejamiento contra dos de las implicadas en la citada paliza. En total hay cuatro personas denunciadas por Zoraya, una de ellas la abuela de la menor que ayer la volvió a agredir.

La asociación ’Queda la palabra’ subraya en su comunicado que el de esta joven lagunera "no es un caso aislado ya que por nuestra vinculación con los colectivos de inmigrantes tenemos constancia de otros muchos".

DIARIO DE AVISOS