Inquietud por la islamofobia en Canadá

Tras la redada policial sin precedentes contra los islamistas en Canadá, una de las mezquitas de Toronto fue atacada por agresores no identificados.

En este incidente rompieron los cristales de la mezquita y destruyeron algunos automóviles aparcados frente a la misma. Al mismo tiempo, algunos de los activistas musulmanes de Canadá, incluidos algunos imanes de rezo colectivo, recibieron correos electrónicos amenazantes.

Estos incidentes tuvieron lugar después de que la policía canadiense informase del arresto de 17 islamistas acusados de planear un atentado terrorista en Toronto y Ottawa. Las autoridades canadienses han dicho que la operación anti-terrorista fue una de las más amplias en América del Norte desde el 11 de septiembre de 2001. Aunque todavía no se han revelado los detalles acerca de la operación anti-terrorista de la policía canadiense, la prensa en este país, exagerando el papel de los musulmanes en estos incidentes, trata de agravar la islamofobia.

Canadá es un país conocido por su inmigración y donde conviven diferentes etinias y razas. Cerca del 2 por ciento de los 33 millones de habitantes de dicho país es de religión musulmana. La mayoría de los musulmanes en Canadá, sobre todo la creciente minoría iraní, es considerada como inmigrantes de elevado nivel cultural. La mayoría de los políticos canadienses ha admitido que gran parte del desarrollo de Canadá se debe a los esfuerzos y perseverancia de los inmigrantes provenientes del Oriente Medio, sobre todo de los iraníes. No obstante, los medios de comunicación masiva en Canadá tratan de dificultar la vida a los musulmanes bajo el pretexto del extremismo de unos cuantos jovenes.

Tras los sucesos del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y el 7 de julio de 2005 en Londres, los musulmanes norteamericanos y británicos han sido perseguidos por los enemigos del Islam. Pero los lideres musulmanes en EEUU y Canadá además de condenar todo atentado terrorista, recalcaron que el Islam es una religión de paz y justicia. Aun con todo, pesar de que la mayoría de los musulmanes que vive en los países occidentales condenó ell terrorismo, la islamofobia sigue amenazando la tranquilidad y la vida privada y social de los musulmanes.

Algunos extremistas Occidentales han hablado incluso del inicio de nuevas Cruzadas y de la confrontación ideológica entre el mundo del cristianismo y el del Islam. Entretanto, hablar de estos temas que propician la violencia en algunos centros académicos de Occidente y la agrava la situación por los medios informativos, pone así mismo en peligro la estabilidad social de los estados europeos y americanos. El peligro será mayor para un país como Canadá que sigue dependiendo del trabajo y de los esfuerzos de los inmigrantes, pues si los líderes canadienses se enfrentan con la islamofobia en ese país, la sociedad multicultural y multirracial canadiense se enfrentará con profundas crisis sociales.

IRIB