Saturday, July 28, 2007

Los agoreros se equivocaron de plano; Irán multiplica su presencia en Venezuela

Cuando el pasado 2 de marzo se inauguraron los vuelos directos Caracas-Damasco-Teherán muy pocos confiaron en la viabilidad de la ruta. Los agoreros se equivocaron de plano. Pese a que los pasajeros viajan en un jumbo 747, la demanda es tan alta que no hay plazas hasta el 13 de octubre. Es uno de los muchos ejemplos de que la presencia iraní en Venezuela se multiplica a nivel político y comercial, con inversiones en fábricas de coches, cemento, astilleros, tractores y bicicletas, en construcción de viviendas y en exploración y explotación de petróleo y gas natural.

En el amplio vestíbulo del hotel Meliá Caracas es frecuente encontrar hombres de negocios y funcionarios iraníes que viajan a Venezuela para implementar alguno de los 34 acuerdos de cooperación entre los dos países o promover otros nuevos.

Se comportan con discreción, evitando llamar la atención. Sus abultadas carteras están llenas de contratos que anuncian inversiones en áreas energéticas, de construcción, salud, educación; en plantas de lácteos, petroquímica, siderúrgica, navieras...

Los iraníes no hacen antesala en los despachos de los ministros. Desde el palacio de Mira flores se ordenó que se les reciba de inmediato.

La presencia iraní es cada vez más visible por toda Venezuela. En los estados de Moragas y Lara construyen fábricas de cemento. La planta Cerro Azul de Moragas - con tecnología iraní- tendrá una producción de un millón de toneladas de cemento por año, con una inversión de 250 millones de dólares. Se estima que el proyecto entre en servicio en su primera fase a fines del 2007. En el estado de Zulia, los iraníes construyen 7.000 viviendas (del total de 10.000 previstas en el país) y una procesadora de leche. En Maracay (capital de Aragua) se inauguró una fábrica de automóviles Samand, con capacidad para producir 25.000 unidades año. Los primeros coches fueron entregados a cadetes de la Fuerza Aérea. En el estado de Sucre se está acabando la instalación de una planta petroquímica.


El mayor motivo de orgullo de Chávez es la fábrica Venirán Tractor, en Ciudad Bolívar, con capacidad para producir 5.000 unidades anuales. Muchos de estos tractores han sido regalados a Bolivia. En Ciudad Guayana funciona una planta ensambladora de bicicletas y se prevé fabricar maquinaria y componentes para la producción de ladrillos. En el complejo petroquímico de Morón (estado de Carabobo) se inauguró un centro de capacitación y una mezquita. La instalación permitirá la enseñanza de idiomas a los instructores iraníes y la capacitación de 211 técnicos venezolanos.

Durante la última visita a Venezuela del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, el pasado mes de marzo, el propio Chávez anunció la creación de la empresa mixta Venezuela-Irán Petroquímica Company, a ubicarse en Guiria, con participación accionaria del 50% por cada país, con una inversión de 1.500 millones de dólares, que en el 2010 tiene previsto producir un millón de toneladas. Asimismo, se acordó crear un "fondo estratégico para el desarrollo" de 2.000 millones de dólares - 1.000 por cada país- para el financiamiento de intercambios comerciales y macroproyectos económicos y sociales.

Entre los proyectos que están en marcha destaca una planta siderúrgica para producir 800.000 toneladas al año. Una empresa mixta entre las dos compañías estatales de petróleo impulsará la exploración y explotación de yacimientos de hidrocarburos y gas. Las también estatales Pequiven y Nacional Petrochemical Company crearon otra empresa para proyectos petroquímicos.

Las inversiones anunciadas superan ya los 7.000 millones de dólares, la mayoría destinadas al campo de la energía. El presidente Chávez necesita desesperadamente capital y tecnología después de que grandes petroleras estadounidenses se retiraran abruptamente de la explotación de los hidrocarburos pesados de la faja del Orinoco, lo que ya provocó una baja en la producción.

Algunos expertos venezolanos cuestionan que Irán sea el socio más adecuado para revertir el declive de las exportaciones de crudo. Sumergida en un pozo de corrupción sin fondo, con poca inversión y creciente escasez de taladros, en mengua constante la producción, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) registra una tasa de agotamiento de un 25%. Arévalo Guzmán Reyes, ex director general de Hidrocarburos, señala que el potencial de extracción de PDVSA cayó un millón de barriles diarios.

En su primera visita a Venezuela en septiembre del 2006, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, asistió como invitado especial a la perforación del primer pozo operado en la faja del Orinoco por la empresa mixta creada por la estatal PDVSA y la iraní Petropars. Todo fueron parabienes. Chávez otorga a sus amigos islámicos todas las facilidades que recorta a las compañías europeas y estadounidenses.

IRNA

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