Postura hipócrita de algunos líderes árabes ante la catástrofe de Samarra

El crimen terrorista en Samarra y el sacrilegio cometido en el mausoleo de 2 imanes chiítas, ha sido condenado mundialmente. Las dimensiones de este crimen son tan profundas que no solo los ulemas religiosos, lideres políticos y diferentes estratos de chiítas, sino que la mayoría de los países islámicos e incluso, algunas de las personalidades cristianas y judías han condenado este crimen.

Pero, en este medio, hay que meditar sobre la condena de este crimen por los líderes de los países ocupadores de Iraq y algunos de sus aliados regionales.

La mayoría de las personalidades que han condenado el sacrilegio cometido contra el mausoleo de 2 imanes chiítas en Samara, han presentado a Al Qaida, La CIA, Musad y grupos takfiries y basistas como autores de este crimen. Pero, al estudiar la principal responsabilidad de este crimen, se esclarece el papel de los ocupadores de Iraq. Ya que en base a los reglamentos internacionales, la responsabilidad de la seguridad de un país ocupado esta cargo de los ocupacionistas de dicho país.

Además, es ambigua la relación y colaboración de las fuerzas ocupacionistas con los grupos rebeldes y terroristas.

Recientemente, los comandantes norteamericanos han informado que EE.UU está armando a algunos grupos rebeldes y basistas.

Por otra parte, no hay que olvidar el papel de algunos de los aliados regionales de EE.UU en los sucesos terroristas de Iraq especialmente, los crímenes contra las santidades religiosas que se realizan con el objetivo de desencadenar una guerra religiosa en Iraq. Por ejemplo: se puede aludir a los Emiratos Árabes Unidos que según los estudios, desempeña un papel fundamental en el abastecimiento financiero de los basistas y grupos takfiries para las operaciones terroristas en Iraq.

Además de los Emiratos árabes Unidos, Jordania se ha convertido en un refugio para los basistas y ofrece información a los movimientos terroristas en Iraq.

Desde el punto de vista de los líderes jordanos, estas medidas se justifican por preocupaciones infundadas basadas en la creación de una zona chiíta.

Dado el apoyo de unos países como los Emiratos Árabes Unidos y Jordania y el papel que desempeñan las fuerzas norteamericanas en equipar y armar a grupos terroristas y animarlos a desencadenar una guerra interna, mediante acciones terroristas, indudablemente su postura en condenar el crimen de Samarra, se considera una medida hipócrita.

Ellos con esta postura hipócrita se esfuerzan en ocultar su papel en la intensificación de crímenes terroristas en Iraq. Pero, las autoridades iraquíes entre ellas, Yalal Talebani, presidente y Nuri Maleki, primer ministro de dicho país repetidas veces han criticado el papel negativo de los países árabes en los asuntos de Iraq.

La continuación de estos crímenes no solo dejará una influencia destructiva en el proceso político y de seguridad de Iraq, sino que, provocará una brecha profunda y discrepancias entre los países islámicos que son los objetivos políticos fundamentales de EE.UU y el sionismo mundial.

Por esta misma razón, los ulemas, especialmente, los líderes chiítas al condenar los crímenes de Samarra, han convocado a los musulmanes a ser inteligente ante el complot de los enemigos.

IRIB