La visita de Bush a Irak

Mientras que las autoridades iraquíes en los últimos días han criticado con dureza la política y actuación de EE.UU, el presidente y el secretario de defensa de este país George Bush, y Robert Gates viajaron por sorpresa a Bagdad.

Este viaje se ha realizado en condiciones en que el ambiente político de Iraq está afectado por el aumento de las presiones de Washington al gobierno de Malaki, y las provocaciones de algunas corrientes locales contra el proceso político iraqui.

En este medio las declaraciones y posturas intervencionistas de Bush, y otras autoridades norteamericanas contra el gobierno de Iraq, ponen de relieve la verdadera cara de la política estadounidense que busca debilitar a la administración de Maleki, y su proceso político.

De hecho los dirigentes iraquíes entre ellos el primer ministro de este país Nuri Al Malaki, han criticado y denunciado las conspiraciones y presiones del gobierno de Bush en su contra.

Malaki ha declarado que las criticas de los políticos norteamericanos al gobierno de Iraq no solo no mejoran la situación de seguridad de este país, sino que emiten mensajes provocadores a los terroristas e instan a ellos a continuar sus atentados.

Aun cuando Bush ha viajado a Iraq para mostrar su apoyo al gobierno de Malaki, pero los analistas califican de dudosa, esta visita realizada en vísperas de la presentacion del informe del comandante de las tropas estadounidenses en Iraq David Petraeus al congreso.

En realidad Bush quiere hacer creer que el mejoramiento de la situación política de Iraq y la aproximación de las visiones de dirigentes iraquíes constituyen su objetivo en esta visita, pero la actuación estadounidense en Iraq demuestra que la administración de Bush busca dañar la imagen del gobierno legal y popular de Al Malaki.

Por otro lado el viaje de Bush a Iraq al mismo tiempo de la retirada de las fuerzas británicas de Basora llama la atención, porque el mandatario norteamericano hace unos días pidió a los dirigentes australianos y británicos que no retiraran sus tropas del país invadido.

El presidente de EE.UU teme que la salida de las fuerzas inglesas de Iraq afecte el ánimo de los soldados norteamericanos.

De hecho Bush influido por las presiones internas se esfuerza por presentarse comprometido ante los programas de seguridad y política de Iraq.

Pero la experiencia ha mostrado que los viajes de dirigentes estadounidenses a Iraq nunca han conllevado consecuencias positivas para el pueblo y el gobierno iraqui y siempre han originado crisis y tensiones en el escenario político de dicho país.

IRIB